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Limpieza con agua: Lavar los cristales con agua corriente permite que se vaya la energía concentrada dejando el cristal reluciente.
Mientras lo haces, mantener la intención de que se lave toda la negatividad y que el cristal se reenergetice.
Limpieza con sahumo: Pasar los cristales por humo aromático neutraliza toda energía negativa de la que puedan estar cargados.
Puede utilizarse cualquier incienso como palo santo, salvia blanca o cualquier atado de hierbas. Encender el incienso y pasar los cristales por el humo ascendente localiznado su intencion en que vayan a servir para grandes fines.
Limpieza con tierra: Este método es el más adecuado para los cristales protectores como la amatista, turmalina negra u obsidiana, ya que absorben la negatividad. Dejar el cristal enterrado en tierra toda una noche. La tierra neutraliza cualquier energía negativa acumulada. Al otro día sacarlas y enjuagarlas con agua.
Limpieza lunar: Las noches de luna llena hay que aprovecharlas para limpiar nuestros cristales.Se pueden colocar sobre un trapito o sobre un cuenco con agua mineral. Debemos dejarlos al aire libre toda la noche y al día siguiente enjuagarlos con agua.
Ciertos cristales (Citrino, Cianita, Cornalina) tienen la habilidad de limpiar otros cristales.